martes, 13 de marzo de 2007

Por qué no estoy orgulloso ser del Estados Unidos

No soy mi país. No soy lo que piensa el presidente. No quiero llevar las esteriotipas de mi país. Pero me da miedo que estoy. Cuando estábamos en Santiago, había ocho de nosostros, y fuimos a la calle Suecia, una calle con muchas barras. Cuando llegamos, nos asaltaron los barristas, nos rodeando con los menús y las ofertas y ofreciendonoslas. Eventualmente, decidimos tomar en una barra se llama Alabama, y al otro lado de la calle era una barra se llama Montana. Si eso no era un lugar para los turistas, no sé cúal es. Pero la razón que no soy orgulloso ser de los Estados Unidos en esta situación es porque los barristas supieron que fuimos del Estados Unidos, y nos aprovecharon, y no me gusta estar aprovecharse. También, en la barra, habíamos muy ruidoso, y obviamente de los Estados Unidos. Una cosa me informa una chica de Bowdoin que ha pasado un semestre en Argentina es que los estadounidenses son muy ruidosos, y me prometí que no será uno de esos estadounidenses. Pero en esa barra, no tenía elección, y me sentí muy mal sobre ser estadounidense.
También, durante el fin de semana pasada, en Chiloé, alquilamos un auto, y por supuesto un hospejade. Lo malo era que los destruimos. Allen compró el mate y una bombilla, pero la bolsa de mate rompió y el mate se fue a todas partes del auto. Además, compramos el azúcar, y lo derramó en el asiento detrás del auto. Lo mismo en el hospejade. Teníamos todo el piso para nosotros, y cuando salimos, me parece un terremoto ha ocurrido. Había botellas del vidrio, pedazos de comida, cachureos, y mucha más derramaron a través del piso. Me sentí como verdadero americano, como un grupo de taquilleros como KISS, los cúal en realidad son cachetones. Supongo que la cosa que no me gusta es llevar las esteriotipas.
Sin embargo, también hay el problema de nuestro presidente. La cosa que he dicho a mucha gente es que quisiera apoyar a mi país y el presidente, pero es difícil hacerlo si no estoy de acuerdo con sus acciones y políticos. Me gustaría apoyar a él y los acciones del Estados Unidos, pero no puedo. Hay muchas diferencias entre los estadounidenses, así como hay diferencias entre la gente de todos paises. Pienso que un ejemplo habiloso puede ser la dicotomía entre los que apoyaron a Pinochet y los que le oponieron. Es la misma, pero obviamente menos filo porque nuestro presidente no ha matado su propia gente, aunque se puede discutir que la guerra en Irak es una forma de matar. No sé. Todo lo que quiero decor es que hay paralleles. Tuve dos conversaciones con Paolo sobre ese tema. La primera empezó con una conversación sobre el Golpe, y transformó en una conversación sobre la guerra en Iraq. Discutimos si apoyo la guerra, y las opciones para salir, y lo que necesita hacer los Estados Unidos, aunque no alcanzamos ninguna conclusión. La segunda conversación que tuvimos en el bus desde Puerto Montt a Valdivia era sobre el medio ambiente. Hablemos sobre las emisiones de gases, así como la contaminación, y el hecho que los Estados Unidos eran el primer estado retirar de el protocolo Kioto. Traté de defender algunas bienestados de los Estados Unidos, pero otra vez me encontré sin las contestas.
En conjunto, supongo que no me gusta ser el estadounidense asopado. Me sentí como así dos veces desde ahora en Valdivia. La primera vez era mi segundo día acá. Estaba muy tarde para nuestro reunion con la Oficina de Movilidad Estudiante, y encontré Dylan, quien me dijo algunas dirreciones muy extraños, y por eso pasé otra hora y media buscando la oficina/ conocía el campus de Austral. Sin embargo, conocí a mucha gente amable, pero era un catástrofe para mi, porque nunca estoy tarde. Con suerte, aunque estaba dos horas tarde, no he perdido nunca. La única explanación es esto: tiempo chileno. Todo funciona con un ritmo suave y lento, excepto la lengua, la cúal es muy rapido.
La otra vez que me sentía el estadounidense asopado era cuando alguien me preguntó para las direciones a la fotocoperia, y estaba bromeando conmigo, porque supe que fui de los Estados Unidos. Por eso me sentí muy mal y muy estupido porque me ha hizo leso. No quiero ser extranjero. Obviamente vení de otro país y tengo esperazas muy diferentes que algunas chilenos, pero no quiero sentir como extranjero. Es dificíl porque no quiero dejar quien soy, todavía queiro correr y hacer cosas, pero al mismo tiempo, me gustaría involucrarme y integrarme con la cultura la permite cambiarme. Por supuesto me doy cuenta que no puedo tener mi pastel y comerlo también, pero me gustaría encontrar un balanceado. Y esos son las razones que no soy orgulloso ser del Estados Unidos.

1 comentario:

Oliver Cunningham dijo...

Me gustaría decir que no era la culpa de los compañeros mios, era sólo las cosas que ví, y no voy a juzgar ellos para su acciones. A mi me gustan a ellos muchos, son muy simpáticos y si no fuera para ellos, no sería hablar en español mucho porque Javier no tiene mucha sobre que hablar, y Don Carlos nunca está, y Sra Luz, la nana, me trata como niño. También, si no fuera para Allen, Jill, y Dylan, no conozca a Paola y Carlos, entonces, aunque pienso que ahora es un poco dificíl para mi, soy agradecido para ellos.