domingo, 4 de marzo de 2007

La Aventura al bus

Anoche, ibamos a salir a las 9:30 por bus de Santiago a Valdivia. Llegamos a la oficina a las 8. Saliimos a las 8:45 porque todo me parece más lento acá en Chile. Llegamos a la parada del bus a las 9:15. Pensemos que ibamos a ser en punto, pero no podemos encontrar el bus. Nuestro conductor, Don Eugenio, no nos había desechados en el lugar correcto. Jeff, un hombre que va a Temuco, preguntó a un trabajador, y él nos dijo que nuestro bus salió del otra parada, cuatro cuadras más alla. ¡Que fome! Tenemos que correr a la parada, corriendo por trafíco, por gente iban a la otra dirreción, por los kioscos que venden bebidas. Nuestras maletas estaban saltando en cada dirección, nuestros piernas estaban volando por el aire, para que podamos llegar en punto. La adrenalina era muy fuerte. Todos estabamos sudando, llegamos a la parada a la 9:30. Sin embargo, vemos a un bus saliendo, y Dylan, una chica de Middlebury, estaba segura que iba nuestro bus. Entonces, Jeff tiró su maleta a Allen, otro compañero, y al tiro corrió después del bus. ¡Que fiasco! Sin embargo, ví el bus (el bus en verdad, no lo que buscaba Jeff) y les pregunté a esperar mientras que Jeff se fue a encontrar Dylan, Allen, y Jill, nuestros compañeros. Finalmente, Jeff regresó sin ellos, y yo fui a buscar para ellos. Los encontré y regresamos al bus. "Ven, ven" los grité, y subimos al bus. En el bus, Allen nos dijo "¡Qué historía va a ser!" y tiene razón.